Alas sobre el desierto

darwin villegas acompañamiento psicológico

Por Darwin Villegas. 

La confianza son las alas que permiten a todo adolescente volar hacia sus sueños y crecer en un mundo mejor. No importa desde dónde se parta sino a dónde se desea llegar y las habilidades que uno construye para ir cada vez más lejos, y eso es algo que he podido experimentar en estos años que formo parte de Prisma ONG en Sechura (Piura).

Esta experiencia inició en el 2019, me acababa de incorporar como gestor de emociones al equipo del proyecto “Educando Hoy para el Futuro-Secundaria”, el cual se enfoca en mejorar la educación de 1 684 estudiantes, trabajando conjuntamente con 82 docentes, 16 directores y 5 subdirectores de Sechura.

Una de las tantas instituciones educativas beneficiadas es la I. E. 14970 El Barco, ubicada en el caserío de mismo nombre, donde asisten tanto niños, niñas y adolescentes para recibir una educación, que muchos de sus padres no gozaron; la misión era clara: que los chicos y chicas estudien; pero ¿cómo lograrlo? Ese era todo un desafío.

La ruta a un mundo diferente

Nuestra ruta inició a las 5 a.m. en Sechura (Piura), y nos esperaba cerca de 4 horas en movilidad para llegar al caserío El Barco, donde nos recibirían en medio de un desierto rodeado por un bosque seco, y bajo el sol se alzaban casitas humildes hechas con los mismos árboles del alrededor, e incluso, algunas no tenían techos.

Me encontré en un lugar donde no había acceso a los servicios básicos para las familias: agua potable, luz, por solo nombrar algunos, , y debido a su ubicación, el transporte también era escaso. Observando a los niños y adolescentes, me di con la sorpresa que era otro mundo, era como conocer a la Sechura antigua, como si se hubiera detenido en el tiempo.

Ver estas diferencias me hicieron pensar sobre lo afortunado que soy por vivir en una zona donde el agua me llega por el caño y puedo bañarme tres veces al día sin ningún problema, pero allá no. Se debe esperar que llegue la cisterna, con recipientes afuera de la casa, la reciben y luego la transportan hasta su casa. Así como el agua, las facilidades del mundo moderno no llegan, y te hace pensar: “Hey, yo tengo todo, y aquí falta mucho”.

darwin villegas con alumnos de el barco

Desde el corazón

Las carencias no solo eran en viviendas y servicios básicos, sino también dentro de cada persona, en sus emociones, especialmente en los más jóvenes y quienes cargan con el futuro del lugar: los adolescentes. Su desconfianza y timidez era notoria y comprensible frente a desconocidos como nosotros. Como profesional de la psicología, me percaté de las carencias de muchas habilidades sociales, que se traducían en inseguridad, el temor frente a alguien extraño y desconfianza.

El futuro de este caserío recaía en los hombros de 25 adolescentes, quienes eran parte de esta sociedad machista donde se le daba mayor importancia al proyecto de vida del varón. Las mujeres se quedarían en casa haciendo las labores domésticas, mientras que los varones trabajan talando árboles o cuidando ganado. Durante años el futuro de cada niño, niña y adolescente ya estaba decidido.

El calor de la esperanza en el desierto de El Barco

Pero era momento de impulsar cambios en la educación y vida de los adolescentes, especialmente porque también era un gran deseo de sus padres, muchos de los cuales solo terminaron el nivel inicial. “Aspiramos a que nuestros hijos sean mejores que nosotros, yo no quiero que mi hijo sea un talador de árboles como yo”, recuerdo que muchos padres y madres tenían ese mismo deseo de cambios positivos; que con el tiempo y esfuerzo necesario fueron dando sus mejores frutos.

Como parte de las actividades del proyecto, realizamos acompañamiento psicológico tanto a los adolescentes como a los padres y madres de familia. Cuando trabajé con las familias, los padres y madres se mostraban reacios frente a temas como la comunicación y la autoestima, mientras que otras veces evidenciaban vergüenza ante temas como la educación sexual.

Nuestro objetivo es brindarles conocimientos que les permitirían a ellos acompañar a sus hijos e hijas adolescentes en este proceso de cambios emocionales, psicológicos y sociales. ¡Entender a sus hijos era fundamental para el cambio!

En una oportunidad, luego de una sesión de terapia de una estudiante con su mamá, les pedí a ambas que se den un abrazo. Noté que a la señora le costó abrazar a su propia hija y la niña le soltó esta frase “es la primera vez, en tanto años, que me vuelves a abrazar”. Eso te da un diagnóstico, el afecto en estas zonas está dejado de lado, algunas veces por vergüenza y otras veces porque no han recibido las muestras de afecto que necesitan. Uno no puede dar lo que no tiene o no ha recibido.

Asimismo, se han venido desarrollando actividades como sesiones de clown, talleres sobre comunicación asertiva, diseños de planes de vida, hobbies saludables y productivos; y situaciones de riesgo en la adolescencia, para desarrollar los conocimientos y habilidades de adolescentes y padres de familia.

Cambiamos vidas, cambiamos el mundo

Cada tarde al salir del caserío me sentía bendecido de poder aportar a que mejorara, desde el punto de vista emocional, la calidad de vida de los adolescentes y las familias; para que empiecen a respetarse, generen espacios de comunicación y lazos de confianza entre ellos.

Muchos padres y madres de familia agradecen este trabajo que se hizo ya que notaron cambios significativos en sus hijos e hijas adolescentes. Se veía que eran más empoderados y expresaban sus opiniones sin miedo, y tiene en la vista sus mayores sueños: ser grandes profesionales.

Con esta experiencia, el slogan de Prisma ONG tomaba para mi cada día mayor fuerza y sentido. “Cambiamos vidas, cambiamos el mundo”, al brindarle herramientas a los adolescentes para mejorar sus habilidades, los ayudamos a cambiar su forma de ver su vida, les estamos cambiando el mundo. Esa frase es muy fuerte y potente para mí.

darwin villegas llevando alas al desierto de sechura

Planeta Prisma es un blog donde presentamos historias de nuestros colaboradores, en su rol de agentes de cambio que trascienden junto a la comunidad.

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